La Puerta del Sol era originalmente una de las entradas de la cerca que rodeaba a Madrid en el siglo XV. Esta cerca recogió en su perímetro los suburbios medievales que crecieron fuera de las murallas, alrededor del muro cristiano del siglo XII. El nombre de la puerta viene de un sol que adornó la entrada, colocado allí porque la puerta está orientada hacia el este. Entre los edificios que le dieron prestigio al principio era la Iglesia de Buen Suceso y San Felipe el Real.
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